Senbilidad Química Múltiple (SQM)

Senbilidad Química Múltiple (SQM)


La SQM, forma parte del grupo denominado “enfermedades emergentes”, que limita extremadamente, las condiciones de vida de quien la sufre, a nivel tal que les incapacita no solo el hecho de moverse libremente tanto dentro como fuera de su domicilio si no también les complica la vida de relación social, al nivel de verse obligados a permanecer en sus domicilios en condiciones de aislamiento total.

Es una enfermedad orgánica adquirida crónica que afecta al sistema nervioso central y se manifiesta con síntomas multiorgánicos, su origen es por causas medioambientales, por lo que también se le considera una enfermedad ecológica, provoca trastornos multifactoriales y con sintomatología recurrente cuando se exponen mínimamente a compuestos químicos, los cuales cuesta relacionar al ser elementos socialmente habituales y de uso diario, como pueden ser desodorantes, perfumes, ambientadores, suavizantes, detergentes, cremas corporales y un largo etc.

La población afectada es prioritariamente femenina, sin encontrar muchas justificaciones, en una relación de 3/4 de la población afectada.

Puede desarrollarse en distintos grados desde leves a severos. Los grados leves pueden ser contenidos mediante vida saludable, tratando comorbilidades y control ambiental. Los grados severos (incapacitantes) precisan investigación, conocimiento médico y medidas más estrictas.

La OMS, al igual que la mayoría de los países, no se la reconocen aún como enfermedad, a pesar de que están en fase de reconocimiento debido a la evidencia y la presión de las personas afectadas. No obstante el consejo de la Comunidad Europea, en sesión celebrada el 5 de junio de 2009, elaboró una serie de recomendaciones relativas a emprender una acción en el ambiente.

Desde su primera descripción en 1956 por Randolp y la subsiguiente definición como MCS por Cullen en 1987 un diagnóstico de MCS sigue siendo un desafío para los médicos y aún más para los científicos que enfrentan dificultades con los criterios de inclusión en sus estudios. En 1999, el Consenso Internacional sobre MCS y luego Lacour en 2005 resumió un conjunto preciso de seis criterios diagnósticos. En septiembre de 2014 el Ministerio de Sanidad incorpora una la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE), cos siguientes códigos:
• CIE-9-MC.9ª: 995.3
• CIE-10-ES: T78.40

Su sintomatología no debe confundirse como los resultantes de otros procesos, también sensibilizadores como pueden ser:

  • Las Alergias
  • Procesos inflamatorios justificables
  • Autoinmunidad
  • Somatizaciones

La visión actual de los especialistas, es que la SQM muestra un desorden adquirido, el cual afecta a diversos órganos y sistemas, resumiéndose en cuatro puntos:

  • El síndrome es adquirido tras una exposición ambiental documentada que demuestren de un modo objetivo la afectación en la salud del que la manifiesta
  • Los síntomas manifestados afectan a múltiples órganos o sistemas, variando su magnitud en función a los estímulos medioambientales que se vean inmersos.
  • Los síntomas son relacionados con productos químicos mediante métodos cuantificables en dosis inferiores a las mediciones conocidas como toxicas de los mismos.
  • No presentan evidencias objetivas de daños orgánicos

Los criterios diagnósticos aceptados mayoritariamente son:

  • Las manifestacion de la enfermedad es crónica.
  • Los síntomas se reproducen al repetir la exposición al agente.
  • Los síntomas se presentan ante exposiciones a muy baja concentración, por debajo de los valores comercialmente admitidos como seguros.
  • Los síntomas mejoran o desaparecen cuando se eliminan las sustancias químicas desencadenantes.
  • Los síntomas aparecen frente a múltiples agentes químicos, sin relación entre ellos.
  • Están afectados múltiples órganos del cuerpo.

El tratamiento es complicado debido al desconocimiento de las bases fisiopatológicas que desencadenan la enfermedad, pudiéndose encontrar mejora si se controlan los elementos estimulativos mediante el control ambiental, lo que acaba convirtiéndose en una vida de aislamiento, se les denomina las personas burbuja.

Esta patología, por sus características causa una gran conflictividad en la vida familiar, social y laboral. Puede generar un alto índice potencial de indigencia.

Fuente original:http://robertcabre.com

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